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Webinar cómo frenar la violencia sexual infantil

El webinar del miércoles 20 de abril organizado por la Universidad San Martín de Porres Filial Sur tocó el tema ¿Cómo frenar la violencia sexual infantil? el cual analizaron 3 expertos. El primer invitado fue el Dr. Omar Beltrán Jibaja, miembro del Consejo Directivo Regional III Arequipa – Moquegua del Colegio de Psicólogos, quien recordó que la violencia sexual infantil ha pasado por muchas etapas históricas, desde cuando los niños no eran personas sujetas a derecho y después que eran bautizados se convertían en hijos de Dios y humanos buenos.

En prevención del abuso sexual se ha ido trabajando enseñando a los menores a la autoprotección, a querer su cuerpo, a reconocer cuáles son los cariños adecuados e inadecuados, las estrategias de enfrentamiento a reconocer aproximaciones abusivas, a decir NO a cualquier intento de abuso sexual, a buscar ayuda y reportar lo ocurrido, sostuvo el pastdirector regional del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual.

Expresó que el abuso sexual mayormente se da en el marco de relaciones de afecto o cercanía y también en un marco de asimetría de poder, en el cual el abusador impone la ley del silencio de la víctima, usa maniobras coercitivas o amenazas para que la víctima calle. Debemos preocuparnos porque en nuestra comunidad o grupo cercano existan prácticas relacionales que puedan detectar la existencia de abusos sexuales, debiendo intervenir a nivel individual, entorno social, en las escuelas, trabajo, iglesia, comisarías, sistema de salud, sistema judicial, etcétera, señaló el profesional con más de 20 años de trabajo en violencia familiar, resaltando que los ambientes totalitarios generan un ambiente propicio para la génesis y mantención del abuso sexual.

Se tiene que fomentar el respeto en lugar del sometimiento –añadió Beltrán-, permitir la crítica, el cuestionamiento y el discernir antes que la sumisión; entender que la obediencia está al servicio de la convivencia y jamás la obediencia como un fin en sí mismo; promover el crecimiento y el volar con las propias alas, antes que inhibir el crecimiento de la persona. Que el niño o el adolescente tenga criterio propio, puntualizó el psicólogo. Afirmó que la prevención del abuso es compleja, no puede recaer todo en los hombros de los niños, las enseñanzas del autocuidado deben ser cuidadosas, el autocuidado es finalmente una habilidad relacional, más que prevención debemos hablar de promoción, lo que debemos hacer es promover contextos educativos bientratantes, con jerarquías de actualización, finalizando con la frase detener el abuso sexual es tarea de todos.

Por su parte, Gino Ríos Patio, director del Instituto de Investigación Jurídica de la Universidad San Martín de Porres Filial Sur y doctor en Derecho sostuvo que desde un enfoque criminológico la única manera de frenar la criminalidad en general, naturalmente los crímenes en particular, es previniéndola. Y ¿cómo hacerlo? sobre todo este tipo de crímenes de violencia sexual infantil, tan dramáticos y dolorosos que nos colocan frente a la ironía de ver cómo el Art. 4 de la Constitución Política del Perú dispone que la comunidad y el Estado protegen especialmente al niño y al adolescente.

La prevención solamente se logra identificando las causas de la criminalidad, la criminalidad es el conjunto de crímenes que ocurren en un espacio y en un tiempo determinado, una vez identificadas las causas, se procede a neutralizarlas y este trabajo científico lo hace la Criminología que es una ciencia social inter y multidisciplinaria. Las causas tienen que ver con las estructuras culturales, sociales, políticas y económicas, pero antes están los factores que son de corte individual, son aspectos criminógenos, por ejemplo tenemos a nivel individual factores de riesgo como son los aspectos biológicos y en general de la historia personal de cada quien, como sexo, edad, educación, ingresos, discapacidad, desarrollo cerebral y cognitivo, trastornos sicológicos, consumo nocivo de alcohol, abuso de drogas, antecedentes de agresión y maltrato, expuso el profesional con más de 20 años en trabajo de violencia familiar y sexual.

Pero también hay otros factores criminógenos, las relaciones interpersonales sobre todo en aquellas que son muy cercanas o estrechas y en este plano tenemos que advertir la carencia de vínculos afectivos, las prácticas de crianza deficientes, la disfunción familiar, la asociación con pares infractores o el haber sido testigo durante la niñez de violencia intrafamiliar, también podemos ir detectando factores de riesgo en la comunidad como por ejemplo las características de determinados entornos como las escuelas, lugares de trabajo, los espacios públicos que van a aumentar riesgo y violencia en general y de violencia sexual específicamente. Hay también factores como la pobreza, la alta densidad de población, la riqueza, las poblaciones de paso, la baja cohesión social, los entornos físicos peligrosos o los altos índices de delincuencia, entre otros, manifestó el doctor Ríos Patio.

Refirió que según el Programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, entre enero y octubre de 2021 más de 11,900 casos de violencia sexual en menores fueron reportados, dentro de esta categoría está el acoso, tocamientos indebidos y violaciones, más de la mitad, o sea 67% correspondió a violencia sexual infantil; en enero y febrero del presente año se incrementaron las denuncias a 112 casos, lo cual es muy preocupante. Y este sistema penal no va a resolver el problema sencillamente porque una conducta desviada, infractora y no deseada no nace en el tipo penal, nace mucho antes, nace en la realidad, es por eso que viene a ser algo que no se agota en un solo acto si no, que lleva un proceso relacional entre las personas. En ese sentido por más que se apruebe la castración química, no va a contribuir a la reducción de este tipo de criminalidad porque la punición no disuade, no contramotiva y no redime la conducta criminal, naturalmente la punición resocializa, reeduca o rehabilita; la pena para este tipo de delito de violación sexual de menores de hasta 14 años es la cadena perpetua y en caso de víctimas de 15 a 18 años la cárcel es de 6 a 9 años”, dijo el también doctor en Educación agregando que uno de los factores criminógenos es que el agresor sexual tiene una incapacidad para controlar sus pulsiones y eso lo conduce a violar, entonces, el que se haya aprobado la castración química nos permite recordar que tiene por objetivo reducir la líbido, disminuir la actividad sexual causando una disfunción sexual, no hay cambio de carácter físico porque no es una castración sino la administración de diferentes medicamentos, lo único que se consigue es sofocar temporalmente la conducta sexual de los agresores sexuales. Evidentemente esto tiene que ver con la reducción de los niveles de andrógeno y de testosterona, la castración química podría reducir las fantasías sexuales compulsivas en algunos tipos de delincuentes sexuales pero de ninguna manera elimina por completo la preferencia sexual de estos sujetos por los menores de edad, esto nos lleva a considerar seriamente como lo enseña la ciencia que los efectos de estas drogas que se suministran son reversibles cuando se interrumpe el tratamiento, entonces lo que podría contribuir aunque no al 100 % es que además de la castración el agresor se someta a un tratamiento sicológico de corte cognitivo conductual.

Manifestó Gino Ríos que si ya hay cadena perpetua sin beneficios, qué objeto tendría la castración química al margen de las implicancias con los derechos humanos o el derecho a la integridad personal física en la cual nadie puede intervenir sin el consentimiento de la persona, por lo que hay que buscar soluciones eficaces para reducir la criminalidad y controlarla para que no exceda el límite tolerable para la convivencia pacífica y el orden social. Finalmente planteó adoptar y diseñar una política pública criminológica mediante estrategias y capacitación a padres, cuidadores y población, buscando la prevención de la violencia sexual a menores de edad.

El tercer ponente del webinar ¿Cómo frenar la violencia sexual infantil? fue el Dr. Giovanni Ricalde De Villena, Coordinador de la Escuela de Derecho de la Universidad San Martín de Porres Filial Sur quien sostuvo que el abuso sexual en menores es una problemática alarmante que atañe a todos los países del mundo pero aún falta investigar. Hay que tener claro que todo niño puede ser víctima de abuso sexual independientemente de su género, físico, trasfondo socioeconómico, familiar y demás, al igual que cualquier persona puede ser el perpetrador de este delito. Si bien hemos podido evidenciar por las ponencias precedentes que puede haber datos acerca de la epidemiología o las consecuencias de la violencia sexual, pero no es suficiente ceñirse a ello sino que siempre se debe tener la suspicacia para no desapercibir posibles agresiones que se puedan detectar y que se deben denunciar a lo largo de nuestra vida laboral y social, expresó.

Es importante saber y darle un concepto al abuso sexual infantil, qué es y cuándo se perpetra el abuso sexual infantil, pues la doctrina lo define también como la utilización de un niño o niña por un adulto para la satisfacción sexual de sí mismo o de otros, este acto violento puede ser de contacto físico, puede ser besar, tocar, acariciar o penetrar, también puede ser sin contacto físico, es decir, realizar comentarios obscenos, exposición de material pornográfico, esto también constituye abuso sexual infantil, es muy importante también saber que la mayoría de veces el abusador o abusadora está en casa o en el entorno del menor por eso acompañar a las familias para que desarrollen habilidades protectoras es una tarea muy importante, sólo así vamos a poder tener una política de prevención para el abuso hacia la infancia, expuso el experto.

El Art. 173 del Código Penal indica el que tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o parte del cuerpo por alguna de las dos primeras vías con un menor de 14 años, será reprimido con cadena perpetua. El Art. 175 refiere quien mediante engaño tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza cualquier otro acto análogo con la introducción de un objeto o parte del cuerpo por alguna de las 2 primeras vías a una persona de 14 y menos de 18 años la pena privativa de la libertad no menor de 6 ni mayor de 9 años. También el Art. 176 de los tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento, aquí el agente que sin propósito de tener acceso carnal, regulado por el Art. 170 que es violación sexual, realiza sobre una persona sin su libre consentimiento tocamientos actos de connotación sexual o actos libidinosos en sus partes íntimas o en cualquier parte de su cuerpo será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de 3 ni mayor de 6 años. El Art. 176 segundo párrafo dice que si el agente realiza la conducta descrita mediante amenaza o violencia o aprovechándose de un entorno de coacción o de cualquier otro que impida a la víctima dar su libre consentimiento o valiéndose de cualquiera de estos medios, obliga a la víctima a realizar sobre el agente o sobre si misma o sobre terceros, tendrá una pena privativa de libertad no menor de 6 ni mayor de 9 años, ilustró el Dr. Ricalde.

En el aspecto de la castración química, añadió que el Poder Ejecutivo ha aprobado en Consejo de Ministros este proyecto de ley para la aplicación de la castración química, que es un término para describir los medicamentos que van a reducir el líbido de la actividad sexual del violador o de un pederasta y de otros delincuentes para evitar que reincidan en el delito, pero qué eficacia tendría si la persona está condenada a cadena perpetua y está aislado de la sociedad, pero la aplicación de estos fármacos por si solos no garantizan la efectividad, tienen que ir acompañados de un tratamiento psicológico.

Hace varias décadas la castración química se aplica como un castigo contra los abusadores de menores en Estados Unidos, Polonia, Rusia, Indonesia y otros países en los que también es voluntaria como en el Reino Unido, Australia y Argentina; respecto a América Latina, por ejemplo en el Perú el año 2018 ya hubo antecedente de que el Poder Legislativo aprobó por unanimidad una ley para aplicarla, pero al igual que ahora la Junta de Portavoces y la Comisión Permanente del Congreso la retiró porque no la consideraba efectiva. En el caso de Chile la esterilización química también se ha discutido en un proyecto de ley para ser incorporada en el código penal y esa moción parlamentaria está desde el año 2019 en trámite. En Colombia en el año 2016 se presentó un proyecto de ley a favor de la castración química para violadores de niños y fue aprobado el año 2018. En Bolivia, también existe un antecedente sobre la castración química sobre la cual la Confederación de Mujeres Campesinas planteó en febrero del año 2021 que se vuelva a debatir y se endurezcan las penas hasta lograr la cadena perpetua de los feminicidas, detalló Ricalde De Villena.

Planteó que para prevenir el abuso sexual infantil, hay que hablar con claridad a los niños acerca de los riesgos que los rodea, esta es función de los padres, de los familiares, conversar con los hijos, darles confianza, que hay un deber primordial de los padres de estar pendientes de sus hijos, de las salidas al parque o a la casa de los amigos, los niños deben conocer los teléfonos de las personas de confianza para comunicarse cuando salen, enseñarles a los hijos desde niños las partes íntimas de su cuerpo, fortalecer su autoestima, no enviar a los niños a hacer mandados solos, enseñarles los secretos buenos y los malos pues a veces entre esas comunicaciones se dan algún tipo de abuso sexual, supervisar los sitios web que los niños utilizan y enseñarles a no aceptar regalos o cambios de favores, son esta serie de recomendaciones que uno debe tomar en cuenta para proteger a los niños que son en realidad personas indefensas que por sí solos no pueden ejercer su derecho, lo van a hacer a través de sus representantes sus padres, apoderados o familiares, pero que así son sujetos de derecho.

Alertó el doctor en Derecho que hay algunos rasgos que pueden identificar o hacer sospechar de cuándo un niño ha sido víctima de abuso sexual, las que se evidencian en la cámara Gesell o en las entrevistas psicológicas, como el tener pesadillas, problemas de sueño, desórdenes alimentarios, falta de rendimiento escolar, alteración del lenguaje o la motricidad, el aislamiento y su dificultad para expresar sentimientos; finalmente recomendó buscar ayuda llamando al número de teléfono 100, acudir al Programa Aurora del Ministerio de la Mujer, a las DEMUNAS de los municipios, los Centros de Emergencia Mujer, la comisaría más cercana o la fiscalía, donde investigarán, buscarán pesquisas y sancionarán a los responsables, para evitar más víctimas.

Publicado: 22 abril 2022